Los pasacalles donde la juventud nos demuestra que vienen pisando
fuerte y los que un día recorrimos las calles al compás de la charanga hoy los
obsequiamos y vemos pasar desde nuestras casas:
Hoy lunes de resaca amig@s;
Ya finalizaron las fiestas y otra vez de nuevo a la rutina,
de momento no hay tal rutina porque hasta que la casa tome su apariencia normal
le quedan unos días; primero la propia recuperación y después la de la casa.
El homenaje a los jubilados fue bonito y amenizado por una
orquesta que hizo que nos olvidásemos de las artrosis y demás zarandajas y nos
marcásemos unos bailes.
Como ya mencioné este es un pueblo joven y si jugásemos a la
“sogatira” nos ganarían en número (por supuesto que en fuerzas también)
Resultó una tarde de fin de fiesta divertida y rematada con
el entusiasmo de una nueva peña que se denominaron “las que faltábamos” y que
derrocharon simpatía y ánimo de hacer fiesta. Este grupo lo integraban las
madres de los miembros de otras peñas y que cansadas de quedarse en un segundo
plano, haciendo comiditas y esperando a sus retoños y maridos en alguno de los
casos deciden liarse la manta a la cabeza y formar su peña, una peña sin sede
oficial y por lo tanto paseaban su entusiasmo por las calles, una peña que
desde el primer día destacó por su alegría y ganas de animar la fiesta.
FELICITACIONES A LAS QUE FALTABAN.
La fiesta finalizó con la entrega de premios a los
participantes que fueron muchos, porque son muchas las modalidades de
competiciones que hay, comenzando por los más pequeños.
Me despido hasta mi próximo trabajo que espero no sea tan
tarde como ahora.
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